Somos fabricantes de vehículos 100% eléctricos. Proporcionamos el placer de conducir un vehículo poco convencional, que ofrece seguridad y el compromiso con el medio ambiente al tener “0” emisiones de CO2.
Hemos elegido a Movelco por el servicio integral que otorga, dentro de su apuesta por el medio ambiente.
Es una gran oportunidad trabajar con una importante red especializada en soluciones globales de movilidad eficiente.
Movelco ha sido la elegida, al ofrecer la solución más personalizada y adecuada para la finalidad perseguida.
Little Electric Cars son coches todoterreno eléctricos que proporcionan a particulares y empresas el placer de conducir un vehículo que se sale de lo común, al tiempo que ofrecen seguridad y el compromiso con el medio ambiente al ser 100% eléctrico y tener “0” emisiones de CO2.
En un vehículo de prestaciones similares, los motores eléctricos son más eficientes que los motores térmicos tradicionales (75% frente al 20-25%), al reducirse las pérdidas en forma de calor (radiador, escape).
No obstante, considerando el ciclo completo energético, que incluye la producción de los combustibles y la electricidad, esta diferencia a favor del coche eléctrico es menor. El ciclo de transformación de combustibles derivados del petróleo, tiene un rendimiento del 83%, frente al rendimiento del ciclo completo de generación de electricidad (producción, transformación, transporte y recarga de las baterías), en el entorno de 41%. Por tanto, la suma de ambos conceptos llevaría a que el VE tiene un rendimiento global del 29%, frente al 20% de los vehículos térmicos.
Al reducir el consumo de combustibles para el transporte (100% dependientes del exterior) y pasar a consumir electricidad, con un grado de dependencia inferior.
El coche eléctrico reduce las emisiones contaminantes de CO2 ya que son nulas en el uso, y menores en el ciclo completo con el mix eléctrico español, 390 gr CO2/kWh. Además se anulan las emisiones de otros contaminantes de enorme importancia en entornos urbanos (NOx, SOx, Partículas, hidrocarburos no metánicos, etc..) que inciden en la calidad de vida de los ciudadanos, junto con la reducción de las emisiones acústicas.
La mejora de la eficiencia del sistema eléctrico, permite optimizar los costes de producción, evitando la sobrecapacidad de las instalaciones de producción, lo que redunda en una economía de costes para los usuarios de la electricidad.
La recarga nocturna de los vehículos eléctricos, permite «aplanar» la curva de consumo eléctrico, evitando arranques y paradas de centrales y la introducción de energías renovables en las horas de valle, especialmente importante en la producción eólica.